Cuando inviertes en una estrategia de renta variable, compras una acción en una compañía y te conviertes en accionista. Las acciones suelen ser los mejores instrumentos para la inversión a largo plazo para aquellos que pueden superar los máximos y mínimos del mercado en busca de mayores recompensas.

Los valores o bonos de renta fija son emitidos por compañías y gobiernos como forma de recaudar dinero. Son básicamente un pagaré diseñado para proporcionar un flujo regular de ingresos (que por lo común es una cantidad fija) durante un período específico.

Los ETFs ofrecen acceso flexible a una amplia gama de inversiones. Todos nuestros ETFs ofrecen una manera conveniente de invertir a largo plazo y compaginar los objetivos financieros con las creencias personales.

Una estrategia de multi-activos combina diferentes tipos de activos: acciones, bonos, bienes raíces o dinero en efectivo por ejemplo, para crear un portafolio diversificado. Los administradores de fondos equilibrarán las clases de activos para lograr objetivos de inversión concretos.

Si bien los activos tradicionales como las acciones y los bonos se negocian en los mercados públicos, las estrategias alternativas de inversión como los bienes raíces, la infraestructura y el crédito privado son menos sensibles a los movimientos de los mercados globales.

Si estás buscando mejores tasas de rendimiento de los depósitos que las que obtendrías en una cuenta bancaria común, los fondos en efectivo pueden ser una gran opción. A menudo invierten en bonos a muy corto plazo conocidos como "instrumentos del mercado monetario", que son esencialmente bancos que se prestan dinero entre sí.